POR MACARENA MAFFEI
Muchos ciudadanos argentinos volvieron a salir a las calles con sus cacerolas para reclamar contra el Gobierno Nacional. El Obelisco fue el centro de concentración más importante. También, hubo un gran grupo cortando la Avenida Maipú, frente a la Quinta de Olivos y otra caravana marchó por la Avenida Corrientes hasta la Plaza de Mayo. El barrio de Caballito, fue uno de los focos de mayor convocatoria mientras que en la Provincia fue Ramos Mejía y Lomas de Zamora.
Las principales consignas, que se dejaron ver en remeras, banderas y pancartas, eran muchas: Justicia, libertad de expresión, respeto a los tres poderes, no a la re-reelección. "No soy oligarca. No soy golpista. Sólo pienso diferente"; "Contra el miedo y la corrupción" o "Por la libertad de expresión", expresaban algunos de los carteles.
Además, hubo movilizaciones en las principales provincias del país. En Córdoba se reunieron más de 20 mil personas y Mendoza, Rosario, Salta, Bariloche y Tucumán también se sumaron.
Las marchas arrancaron en Sydney, donde argentinos que viven en Australia se reunieron ante el consulado en esa ciudad. Además hubo reclamos frente a las embajadas nacionales de Londres, París, Madrid, Roma, entre otras capitales.
Los organizadores volvieron a utilizar las redes sociales para convocar a los manifestantes y el spot publicitario tenía como consigna “no más divisiones”, “no más odio” y “no más prepotencia”. Los principales partidos opositores apoyaron la protesta aunque no hubo una agrupación que se atribuyera su organización. El Gobierno nuevamente cuestionó y descalificó el reclamo.
La presidenta Cristina Fernández evitó mencionar el reproche contra las políticas del Gobierno y defendió su gestión a favor de más vivienda, más educación, más industria y más democracia. Se mostró orgullosa de la política gubernamental de sustitución de importaciones porque, a su juicio, sirve para generar trabajo argentino y divisas para el país.
La protesta superó las expectativas de los anteriores reclamos del mes de junio y septiembre. Los cacerolazos surgieron a fines de 2001 en la ciudad de Buenos Aires. Con Fernando De la Rúa como presidente y con el ánimo caldeado por el corralito impuesto por el ministro de Economía, Domingo Cavallo, las calles se llenaron de gente fue un momento de marchas y asambleas, al ritmo del cántico "que se vayan todos".
Aquí está ese cúmulo de sensaciones contenidas que nacen en silencio desde el vientre y suben hasta concentrarse en el pecho, mezcla espesa de angustia, impotencia y ansiedad. Poco a poco las imágenes se convierten en sonidos, acumulando fuerza, acopiando decibeles para al fin romper con tus cuerdas vocales y exteriorizarse en un caudal vóraz, un alarido que escupe todas tus verdades en la cara de quienes no quieren oírlo. No lo escondas, ni lo intentes, porque será en vano. ¿Pensás quedarte quieto? Si es así, tus quejas carecen de sentido. Sin acción no hay respuestas, las cosas no pasan por sí solas. Hacete cargo. Derrumbá las barreras de la indiferencia de aquellos que no son capaces de hacerle frente a tus verdades. ¡Gritalo!, no te quedes callado.
domingo, 11 de noviembre de 2012
miércoles, 24 de octubre de 2012
EL CANJE DE LOS PROBLEMAS
Por Ariel Goldfarb
Se viene el River – Boca, el superclásico del fútbol argentino. Una vez más el socio es víctima de los problemas de organización del club. Al parecer, ir a ver un partido a la cancha de River Plate se convirtió en un problema rutinario para los hinchas riverplatenses. Desde que el equipo de Núñez jugó en la Primera B Nacional hasta el presente, los hinchas no debían ir más con el carnet y la cuota al día al estadio para asistir a cada partido que jugase como local. Todo lo contrario, debían realizar el famoso y tan polémico CANJE DE ENTRADAS. ¿Qué significa esto? Cada quince días, el socio debe ingresar a la página de River (www.cariverplate.com.ar) a las 22 (hora que comienza dicho evento). Ahí aparece una solapa donde figura para hacer el canje de ticket, el cual se realiza a través de Livepass. El hincha debe ingresar sus datos, los cuales son el número de socio y nombre y apellido. Pero no es fácil, porque el sistema de Livepass se congestiona rápidamente y eso genera malestar y fastidio en varios simpatizantes.
Con tal de conseguir una entrada para el partido que sea, los simpatizantes se han quedado toda la noche apretando F5 para intentar conseguir una reserva. ¿Acaso River no sabe que sus socios al día siguiente trabajan? Parece que no, porque el sistema no mejora y cada vez que el simpatizante se entera que para dicho partido va a haber canje, se genera bronca y uno se imagina las horas que estará uno frente a la computadora intentando obtener su entrada para asistir a la cancha.
El Superclásico es un partido que ningún hincha de River querrá perderse. Sin embargo, ante los obstáculos que le pone el club a sus socios, le impide a muchos hinchas no poder ingresar porque no disponían del tiempo suficiente para hacer la reserva. Eso sí, cuando un simpatizante está haciendo la cola para retirar la entrada, verá que muchos intentarán colarse a través de algún conocido. El domingo a las 15.30 se jugará la 199° edición del Superclásico y los hinchas que tienen su entrada podrán ingresar al estadio. No se sorprenda si en las proximidades al estadio observa a los revendedores ofreciendo esas plateas o populares que tanto le costó durante varias horas conseguir a usted en internet.
Se viene el River – Boca, el superclásico del fútbol argentino. Una vez más el socio es víctima de los problemas de organización del club. Al parecer, ir a ver un partido a la cancha de River Plate se convirtió en un problema rutinario para los hinchas riverplatenses. Desde que el equipo de Núñez jugó en la Primera B Nacional hasta el presente, los hinchas no debían ir más con el carnet y la cuota al día al estadio para asistir a cada partido que jugase como local. Todo lo contrario, debían realizar el famoso y tan polémico CANJE DE ENTRADAS. ¿Qué significa esto? Cada quince días, el socio debe ingresar a la página de River (www.cariverplate.com.ar) a las 22 (hora que comienza dicho evento). Ahí aparece una solapa donde figura para hacer el canje de ticket, el cual se realiza a través de Livepass. El hincha debe ingresar sus datos, los cuales son el número de socio y nombre y apellido. Pero no es fácil, porque el sistema de Livepass se congestiona rápidamente y eso genera malestar y fastidio en varios simpatizantes.
Con tal de conseguir una entrada para el partido que sea, los simpatizantes se han quedado toda la noche apretando F5 para intentar conseguir una reserva. ¿Acaso River no sabe que sus socios al día siguiente trabajan? Parece que no, porque el sistema no mejora y cada vez que el simpatizante se entera que para dicho partido va a haber canje, se genera bronca y uno se imagina las horas que estará uno frente a la computadora intentando obtener su entrada para asistir a la cancha.
El Superclásico es un partido que ningún hincha de River querrá perderse. Sin embargo, ante los obstáculos que le pone el club a sus socios, le impide a muchos hinchas no poder ingresar porque no disponían del tiempo suficiente para hacer la reserva. Eso sí, cuando un simpatizante está haciendo la cola para retirar la entrada, verá que muchos intentarán colarse a través de algún conocido. El domingo a las 15.30 se jugará la 199° edición del Superclásico y los hinchas que tienen su entrada podrán ingresar al estadio. No se sorprenda si en las proximidades al estadio observa a los revendedores ofreciendo esas plateas o populares que tanto le costó durante varias horas conseguir a usted en internet.
lunes, 10 de septiembre de 2012
LA CIUDAD DE LOS EXCLUIDOS
Por Macarena Maffei
Transitar por Buenos
Aires no es tarea fácil y mucho menos para los discapacitados.
Entrar en la escuela, conseguir trabajo, acceder a la Justicia,
cruzar la calle, subir a un colectivo, ir a comer a un restaurante,
parecen ser actividades cotidianas pero la realidad es que, quienes
sufren algún tipo de discapacidad, se ven afectados y
discriminados.
Un ejemplo claro es el de
la Comuna 13, en donde el año pasado se anuló una rampa en un lugar
clave como la esquina de Cabildo y Congreso con el objetivo de
cambiar de lugar el cruce peatonal y, hasta el día de hoy, no se
realizó una nueva rampa ni se señalizó la senda para no videntes.
Luis Giuliani, director
de Mundo Discapacitado cuenta que hicieron el reclamo ante el Jefe de
Gobierno, Mauricio Macri, pero no obtuvieron respuestas. También
hicieron la denuncia ante la fiscalía del CGP 13, pero desecharon su
queja argumentando que no era cierto. La respuesta que recibieron por
parte del fiscal fue que debían cruzar tres calles en lugar de una.
Las
marchas llegaron pero los medios de comunicación ni aparecieron.
Inclusive optaron por no cortar la calle para no molestar y
congestionar el tránsito. Giuliani fundó hace quince años Mundo
Discapacitado y Movimiento Argentino de y para Personas Con
discapacidad (MAD), que se actualmente se está inscribiendo.
“Estoy
cansado
de que las grandes ONGs no hagan más que recaudar en nuestro nombre
y, en general, ni siquiera poseen personas con discapacidad que las
representen”, dice indignado. Desde los 20 años sufre una
discapacidad motriz que lo obliga a alternar entre una silla de
ruedas y un bastón. Solo pide que los políticos cumplan con las
leyes y agrega: “Se abusan de nosotros porque
no tenemos plata para acceder a la justicia y, lamentablemente, en
este país quienes tienen dinero son escuchados”.
Según
los datos de las Naciones Unidas, se estima que cerca del 10 por
ciento de la población en el mundo entero tiene algún tipo de
discapacidad, esto es unos 650 millones de personas, de las cuales
470 millones están en edad de trabajar. La Argentina, según la
Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad (ENDI), organizada y
llevada a cabo por el INDEC, proporcionó que el 7, 1 por ciento de
la población presenta una o más discapacidades, que uno de cada
cinco hogares se ve afectado por esta problemática y que casi el 50
por ciento de la población con discapacidad se encuentra en edad
laboral, siendo el 44 jefe/a de hogar.
"Las mayores dificultades de los discapacitados son la falta de accesibilidad y obstáculos que imponen el entorno físico y comunicacional, la audiencia de transporte accesible, la discriminación y la exclusión en escuelas, universidades y el desempleo", dijo la Licencia de Psicología Cecilia García Rizzo, Coordinadora General de la Fundación Rumbos.
La
accesibilidad es condición para hacer, formarse, interrelacionarse,
cultivarse y poder constituirse en sujeto activo y participativo. Es
por ello que la Fundación Rumbos la concibe como un derecho básico,
una llave que abre puertas. Que un lugar cuente con accesibilidad,
inhibe el ejercicio de otros derechos propios del habitar físico y
social, tales como el derecho al estudio, al trabajo, a la
recreación, maternidad, paternidad y el ejercicio ciudadano.
Después
de años de discriminación y de una cultura que los señala como
diferentes y excluidos sociales, las personas con alguna discapacidad
suelen expresarse con mucha humildad y casi pidiendo perdón porque
les hacen falta cosas diferentes, especiales. Necesitan una ciudad
sin barreras, algo bastante difícil de conseguir ya que exige un
cambio cultural y una
inversión fuerte por parte del Estado. ¿Se podrá finalmente
revertir esta problemática?
Guía del viaje accidentado
Por Julieta de Achával
Las problemáticas con las
aerolíneas son cotidianas. Hay problemas frecuentes entre los viajeros y las
empresas como la pérdida de equipaje, las demoras y las cancelaciones de
vuelos.
Es
muy común en las aerolíneas la pérdida del equipaje. En este caso se debe
iniciar un reclamo, y de no recuperar las maletas, existe el cobro de cierta
cantidad de dinero por equipaje perdido, que varía según la compañía aérea, el
tipo de vuelo, el peso y la cantidad de maletas. Por eso es recomendable
guardar los comprobantes de equipaje. Aunque el equipaje extraviado sea
encontrado y devuelto en buenas condiciones, se puede continuar con el reclamo
y pedir un resarcimiento por el tiempo que debió pasar sin las maletas y los
perjuicios que esto pudo haber ocasionado. Es importante que la entrega del
equipaje sea a tiempo. Pero de no ser así, además de que la compañía aérea haga
el mayor esfuerzo para garantizar que el pasajero reciba su equipaje dentro de
las próximas 24 horas después del vuelvo, existen empresas que se comprometen a
indemnizar en efectivo o a través de certificados de viaje en casos de reclamos
por demora. La indemnización máxima por la demora en la entrega del equipaje es
cercana a los 1860 dólares, sin embargo la empresa de transporte no tiene la
obligación de indemnizar si puede demostrar que sus empleados han hecho todo lo
posible para devolver las maletas en buen estado. Mientras en caso de
negligencia están obligados a compensar al usuario, en casos de fuerza mayor o
de accidentes, pueden no hacerlo.
En
caso de incidencias como destrucción, perdida, deterioro o retraso del equipaje
facturado, se debe hacer un escrito con la protesta rellenando un formulario
conocido como Parte de Irregularidad del Equipaje (P. I. R.) que es un
requisito necesario para hacer constar la incidencia y para la tramitación por
la compañía aérea.
Si
bien los reclamos deben ser notificados lo antes posible, existen plazos para
presentar la reclamación por escrito. En vuelos nacionales es de 10 días,
mientras que en los internacionales el plazo es de 21 días por demora y
extravío, y 7 si es por deterioro. Si se
quiere reclamar ante los tribunales, la acción prescribe a los seis meses en
vuelo nacional y a los dos años en internacional.
Por
otro lado, en el caso de encontrar objetos faltantes o daños, el reclamo se debe hacer en la defensoría del
consumidor, aunque se trata de un reclamo difícil porque suele demorar mucho y
el cliente puede no ser resarcido.
Según
la normativa internacional, las demoras de minutos o pocas horas son algo
habitual. En estos casos, los pasajeros perjudicados tienen derecho a realizar
una llamada o tomar un refrigerio, dependiendo del horario, y pueden realizar
el reclamo en el aeropuerto, si la compañía no cumple con estos servicios.
Ahora bien, el verdadero problema es cuando las demoras se extienden varias
horas. Si se presentase un evento de
fuerza mayor –situación que implique un caso fortuito-, sin necesidad de aviso
previo las aerolíneas pueden cancelar, desviar y retrasar un vuelo, y la
compañía queda libre de responsabilidad al devolver el precio del billete. De
no ser devuelto, los pasajeros pueden ser transferidos a otro vuelo donde halla
asientos disponibles o a un vuelo de otra aerolínea, y de no ser así, se le
debe brindar un alojamiento razonable, los gatos de la dieta y de la
manutención por la interrupción de su vuelo.
Aunque
no todos lo sepan, las compañías aéreas suelen vender más boletos que la
cantidad de lugares existentes en el avión para evitar que queden asientos
libres en los vuelos. Así, cuando un vuelo es vendido por encima de su
capacidad y se le cancela el vuelvo a algún pasajero por este motivo, recibirá
una compensación por la denegación del embarque. Entre las compensaciones
existe la oferta de reembolso del precio del billete, un cambio de vuelo en el
siguiente, o en el más pronto posible, al destino, y además la compañía debe
ofrecer de forma gratuita los gastos de alimentos y bebidas en función del tiempo
de espera, y alojamiento en caso de que deba pernoctar noches. En ocasiones se
ofrece un asiento de una clase diferente a la señalada en el boleto, sin costo
adicional, y si la clase asignada corresponde a una tarifa menor a la que había
pagado, la diferencia será reembolsada.
Si
un vuelo es cancelado por motivos ajenos a la empresa, por ejemplo por malas
condiciones climáticas, no existe el derecho de la indemnización. Entonces en
caso de tener que pasar una o más noches, no queda claro quién debería pagar el
alojamiento. Aunque hay fallos a favor de los viajeros que indican que las
empresas deben hacerse cargo de alojar a los pasajeros suspendidos sin importar
el motivo de la cancelación, el cumplimiento depende del país y de la línea
aérea.
Esteban
Ratuszniak, subdirector de la Oficina Municipal de Información y Defensa del
Consumidor y del Usuario del barrio de Vicente López, explica que este tipo de
problemas con empresas aéreas no le corresponden a Defensa del Consumidor
porque lo vetó la presidenta Fernández de Kirchner, y de ellos debe encargarse
el código aeronáutico. “Nosotros podemos
recibir denuncias por incumplimiento de reservas, alguna cuestión que ha sido
pagada y no haya sido reconocida por falta de información, pero no
específicamente por temas como la cancelación de vuelos o las demoras y la
pérdida de equipaje”, aclara.
“La
persona viene, se le toma fecha de audiencia, se celebra la audiencia y dentro
de la audiencia, bajo el articulado de la ley nacional se trata de llegar a un
acuerdo razonable”, dice el subdirector de la entidad en cuanto a las denuncias
que efectivamente toman.
De
no llegar a un acuerdo, pasa a imputación, donde se le hace una acusación a la
empresa por infracción de los artículos de la ley 24.240, que protege al
consumidor. “Además la persona tiene la oportunidad de hacer su descargo y ahí
es donde sale la sentencia, por absolución o por imposición de una multa de
acuerdo al artículo de la ley correspondiente”, detalla Ratuszniak. Según la
defensoría del consumidor, el 95 por ciento de estas causas se han resuelto.
Independientemente
del problema particular que pueda existir, en todos los aeropuertos hay a
disposición del usuario Hojas de reclamaciones en las que pueden manifestar sus
quejas y proponer sugerencias sin restricción alguna. Y es la obligación del
pasajero hacer uso de este derecho.
LA PELOTA NO SE MANCHA
La llegada de las barras bravas en la década de
los 90 marcó un punto de inflexión en el fútbol argentino. Ya no es novedad
escuchar en la radio o ver en televisión las batallas campales entre facciones
de la propia hinchada o la lluvia de tiroteos con otras agrupaciones de
hinchas. El fútbol en la
Argentina ha dejado de ser un espectáculo de entretenimiento
y se ha convertido en un negocio manejado por las barras bravas con complicidad
de dirigentes.
A pocas cuadras
del estadio de Vélez, el hincha de San Lorenzo, Ramón Aramayo, murió de un paro
cardíaco producto de la fuerte golpiza que le dieron los policías antes de
empezar el partido entre Vélez y San Lorenzo y no recibió la atención médica inmediata. Uno se pregunta,
¿La Policía
de qué se encarga? ¿De proteger a los espectadores o de maltratarlos hasta
provocarles la muerte? Sin duda alguna, a Julio Humberto Grondona, presidente
reelecto de la Asociación
del Fútbol Argentino (AFA), parece no importarle las muertes en este deporte
que suman 155 muertes desde que asumió por primera vez la presidencia de dicha
entidad en 1979.
En junio pasado de 2011, el descenso de
River Plate no dejó víctimas luego de los incidentes pero si varios destrozos
millonarios a concesionarias y otros negocios. Aunque aquel 26 de junio no era
un clima festivo, un minoritario grupo de hinchas riverplatenses se
manifestaron violentamente contra los negocios aledaños al estadio y viviendas.
Desde
el 2008, luego del asesinato de Emmanuel Álvarez, los partidos entre Vélez y
San Lorenzo se han convertido en el karma de la policía. Cada vez que estos dos
equipos se enfrentan comenzó a implementarse operativos policiales superiores
al resto de los partidos.
El presidente de
Lanús, Nicolás Russo, comentó que el fútbol es un gran negocio pero el tema de
la agresión está institucionalizado en el país. “En este deporte repercute
muchísimo más la violencia. Durante la semana se generan hechos de crueldad en
otros deportes y no sale en ningún lado. Es decir que cuando pasa en el fútbol
tiene una repercusión mayor”, agregó. Las agresiones verbales y físicas se
desarrollan semanalmente en cada partido, pero en pocas ocasiones estos hechos
continúan afuera de la cancha. Russo afirmó que en el partido de Banfield –
Estudiantes de La Plata
no pasó absolutamente nada en el estadio. “El hincha que murió fue una hora
después de que terminó el partido”, relató.
En una
entrevista que le hizo Mauro Viale, el ex presidente de Vélez, Raúl Gámez,
criticó duramente a Julio Grondona por el fallecimiento de Emanuel Álvarez en
2008. Tanto políticos y
dirigentes de clubes sostienen que la solución para erradicar la violencia en
este magnífico deporte sería aumentar el derecho de admisión, que impide el
ingreso de la barra brava a los estadios.
Russo afirmó que
la AFA tomó todos
los recaudos para terminar con la violencia en las canchas. “La decisión política sería meterlos presos y que
no vuelvan a ingresar a las canchas. Habría que profundizar más la aplicación
del derecho de admisión en las canchas y evitar que por un grupo de violentos
se tengan que clausurar canchas o suspender partidos”, sostuvo.
A lo largo del siglo XX y parte del actual ya
murieron más de 250 personas. Aquel 23 de junio de 1968 murieron 71 personas
aplastadas y asfixiadas. Esperemos que este el fútbol deje de teñirse de sangre
para que este deporte vuelva a convertirse en un espectáculo familiar y no en
un problema social.
Por Ariel Goldfarb
domingo, 9 de septiembre de 2012
TRABAJO ESCLAVO: La máquina no para
Por María Eugenia Stamm
Seis años pasaron desde el trágico incendio que se produjo en un taller clandestino de Caballito, en el que
fallecieron un hombre, una mujer y cuatro niños tras quedar atrapados en un pequeño espacio
donde vivían familias enteras junto con cuarenta máquinas. Un siniestro que puso al sector en el ojo de
la tormenta y desnudó la precariedad de miles de trabajadores argentinos y
extranjeros, bolivianos sobre todo, que sobreviven reducidos a servidumbre. En la actualidad, se calculan unos 500 mil trabajadores víctimas de la explotación laboral que se someten a la inacción del Estado, la falta de escrúpulos de los empresarios o a la incapacidad de las entidades sindicales.
En los últimos meses, el tema del trabajo
esclavo en los talleres clandestino fue protagonista en la agenda mediática
tras darse a conocer una denuncia y un escrache realizado por La Alameda
contra famosos diseñadores. Como se sabe, las estrellas de Argentina visten
glamorosos vestidos que son fotografiados y publicados en cientos de revistas.
Aquellas prendas exclusivas que se caracterizan por sus delicadas telas, que
son admiradas por mujeres que no tienen la oportunidad de acceder a la compra,
esconden a miles de personas que trabajan día y noche a contra reloj. La
marginalidad, el abuso y la precariedad laboral serían los factores con los que
conviven los verdaderos creadores del vestuario de miles de famosas argentinas.
La fundación La Alameda junto con el
diario Democracia, lograron
infiltrar a dos trabajadores para filmar cómo se trabajaba en un taller
clandestino acusado de promover el trabajo esclavo. Allí se pudo comprobar que
trabajaban seis costureros, la mayoría inmigrantes, para la confección de las
prendas que comercializan diseñadores famosos como Jorge Ibañez, Laurencio Adot
y Benito Fernández, quienes negaron la acusación y se desligaron del
hecho. Sin embargo, las pruebas
obtenidas fueron presentadas ante el Juzgado Federal de Lomas de Zamora que
tiene competencia sobre la jurisdicción del taller. Los vestidos que se
realizaban llevan dos días de trabajo y tienen un costo de hasta 25 mil pesos,
pero sólo cien pesos es lo que se le paga a cada costurero. De dicho taller salieron
confecciones encargadas por la princesa Máxima Zorreguieta o Sarah Jessica
Parker, protagonista de la serie Sex and the City.
De acuerdo con un informe de la Cámara
Industrial Argentina de la Indumentaria, los talleres textiles clandestinos de
nuestro país obtienen cada año unos cuatro mil millones de pesos en concepto de
ventas y sólo en la provincia de Buenos Aires se alcanzan ventas por tres mil
millones de pesos.
El crecimiento de la economía es evidente y
los esfuerzos por mejorar las condiciones laborales también, sin embargo
todavía la deuda social más importante se sitúa en el campo laboral. Jornadas
de hasta 20 horas, hacinamiento y amenazas forman parte de la vida de miles de
trabajadores que conforman uno de los pilares de la explotación capitalista. El
reemplazo del Estado de Bienestar por un Estado de tipo neoliberal no sólo ha producido
el aumento de la flexibilización e informalidad laboral, sino que el fenómeno
de la súper explotación de los trabajadores se incrementó en los últimos veinte
años a nivel mundial.
"La extrema vulnerabilidad de los
trabajadores, la ausencia de condiciones mínimas de seguridad e higiene, niños
encerrados en pequeñas habitaciones con el fin de no obstaculizar la producción
y hasta la trata y tráfico de personas, conforman la actual situación de los
talleres clandestinos", manifiesta Lucas Schaerer, periodista y militante
de La Alameda, una organización
comunitaria que denuncia varios flagelos sociales e impunes, en la mayoría de
los casos, por la connivencia policial. Además, define a esta manera de
trabajar como la nueva y moderna forma de esclavitud del siglo XXI. "Los domingos si uno camina por la zona de Parque Avellaneda, empieza a
ver este submundo que esta de lunes a sábado completamente oculto. Sólo
aparecen los domingos porque sacan a pasear a los esclavos de los talleres, el
resto de la semana desaparecen como si nunca hubiesen existido", concluye.
Un mercado negro que permite
un látigo y cuantiosos ojos que miran hacia otro lado con tal de seguir
haciendo negocios. Como expresa Marta Pizzo al final
de su poema dedicado a las condiciones en
las que trabajan miles de personas a lo largo y ancho de Argentina: "Talleres clandestinos, asesinos.
Luchar por dar un corte todos juntos, no más trabajo esclavo.”
sábado, 8 de septiembre de 2012
BOLICHES: ¿Con qué criterio no se es apto para ingresar?
Por Solange Salwe
Es de amplio conocimiento el elitismo que se
manifiesta en los boliches TOP de la Ciudad de Buenos Aires.
Miles
de jóvenes, desde los 16 a 30 años, esperan el fin de semana para vestirse con
sus mejores ropas e ir a escuchar buena música, bailar y ver si pueden
conseguir pareja o pasar un momento grato con alguien. Los bares, pubs y
boliches ubicados en Palermo Hollywood y Palermo Soho son una buena opción para
pasar un buen rato con amigos, ya que crean un clima ameno e imitan casi a la
perfección los sitios europeos y norteamericanos.
Desfilan
mujeres con exuberantes cabelleras, tacos de 15 centímetros y una minifalda al
cuerpo demasiado corta: “Este es el Target de acá. Si no lo cumplen no
entran”, se escucha decir a un joven de unos 25 años de apariencia altanera y
soberbia, RRPP del lugar Rosebar ubicado en Honduras 5445.
“La
realidad es que hay todo un estudio sociológico para manejar un sitio bailable.
Si no se realiza un filtro de la gente que ingresa, es imposible enfocar el
lugar a un público determinado y deja de ser exclusivo”, explica la Licenciada
Adriana Tirkyel. Sin embargo asegura que el mal trato genera en la gente que es
expulsada del lugar, una perdida de confianza en si misma y una carencia de
autoestima fuerte. La chica que estuvo maquillándose en la casa por horas y la
rebotaron por que su aspecto físico no es acorde al lugar o cumple con la edad
necesaria para el ingreso pero parece más pequeña, puede generar grandes traumas
irreversibles.
Esto
no sólo ocurre con las mujeres, a los hombres no solamente les cobran el doble
en la entrada. A veces no alcanza con que tengan zapatos buenos, camisa y un
pantalón acorde, sino que buscan alguna excusa escasa de fundamentos y no los dejan
pasar. Los motivos por los cuales ocurre esto son siempre los mismos, el
elitismo espantoso, la falta de humanidad y el desprecio al que no cumple con
los cánones de belleza y vestimenta llevados al extremo de rigurosidad
innecesaria.
"Estoy
parada hace tres horas y no me dejan pasar, tengo 22 años y me dijeron que es
para mayores de 23. ¡Me están mintiendo! Mi prima pasó y tiene 19 años”, dice
Natali con los ojos llenos de lagrimas. Esta situación es aberrante.
Luego
de varias quejas de discriminación, decidí hacer la prueba. Me pongo en la fila
de Rosebar para ingresar. Me dicen que me corra a un costado que es para
mayores de 23. Veo pasar a chicas de 20 años delante de mí de apariencia un
tanto más llamativa. Pasa media hora, decido hacer la fila de nuevo e ingreso
al lugar tranquilamente. La pregunta es: ¿Con qué criterio no se es apto para
ingresar a un boliche? El patovica que se encuentra en la puerta asegura que él
recibe ordenes sobre el ingreso de la gente. ¿Ordenes de quién? Primero me impidieron
el paso y luego otro hombre me dejo entrar. ¿Esto tiene explicación?
La
respuesta es simple. Si les gusta la cara de quien hace la fila, entra. Si no
les gusta, no entra. ¿La solución? No ir mas, no alimentarles más el ego a
estas personas que lo único que generan es mayor resentimiento y división en
las clases sociales. Pero como no es un mundo utópico, ellos se van a seguir
llenando los bolsillos excluyendo a la gente y dando el desagradable mensaje de
la importancia de pertenecer. La gente va a seguir yendo y dándole su plata.
¿Qué
aconsejamos? Si encuentran otra opción de salida de fin de semana, opten por no
ir a estos lugares elitistas. Diríjanse a un sitio en donde se pueda ir vestido
como uno considere y bailar buena música no solamente la que este de moda
porque es TOP. O en todo caso, la mejor forma de terminar con tanta impunidad sería denunciar el acto de discriminación.
lunes, 3 de septiembre de 2012
EL CLICK EDITORIAL
Aquí está ese cúmulo de sensaciones contenidas que nacen en silencio desde el vientre y suben hasta concentrarse en el pecho, mezcla espesa de angustia, impotencia y ansiedad. Poco a poco las imágenes se convierten en sonidos, acumulando fuerza, acopiando decibeles para al fin romper con tus cuerdas vocales y exteriorizarse en un caudal vóraz, un alarido que escupe todas tus verdades en la cara de quienes no quieren oírlo. No lo escondas, ni lo intentes, porque será en vano. ¿Pensás quedarte quieto? Si es así, tus quejas carecen de sentido. Sin acción no hay respuestas, las cosas no pasan por sí solas. Hacete cargo. Derrumbá las barreras de la indiferencia de aquellos que no son capaces de hacerle frente a tus verdades. ¡Gritalo!, no te quedes callado.
Este es un pequeño espacio, creado por un grupo de alumnos de la Escuela de periodismo de Tea, que tiene como fin la libre expresión de cualquier persona que desee plasmar en este medio digital alguna queja de cualquier índole.
Un académico norteamericano dijo una vez: “Los argentinos son demasiados quejosos” y no se equivocó. Pese a que somos conflictivos por naturaleza, no somos una sociedad que no reclame. Lo que sucede es que nos encanta quejarnos pero después cuando hay que ir a un organismo, nos agarra lo que llamamos "vagancia", creemos que no nos va a servir o no conocemos ni nos interesa informarnos al respecto. Somos una sociedad quejosa que no logra traducirlo en reclamos institucionales, entonces hay una serie de factores que son responsabilidad de las personas pero también de los estados, como difundir y hacer más accesible las vías de reclamo.
La gente se queja pero pocas veces reclama, y si reclama va a defensa del consumidor y la respuesta que le dan tiene bajo nivel de calidad. A eso se le suma que cuando el estado tiene que sancionar no lo hace, entonces no hay incentivos para que los empresarios tomen los recaudos necesarios. Nos acostumbramos acargarnos el discurso de la crítica permanente y así andamos por la vida: quejosos, disconformes, insatisfechos, lamentándonos, esperando la solución o justificando lo injustificable. Admitamoslo: SOMOS QUEJOSOS PROFESIONALES.
Pero si de lago estamos seguros es de que si todos tiramos para un mismo lado se puede conseguir mucho. Por eso creamos este espacio que pretende escuchar y a la vez aconsejar. No sirve quejarse solo de palabra. Se necesita mucha paciencia, voluntad, acción, contundencia y tiempo. Por eso alguien alguna vez creo la tan famosa frase: “Persevera y triunfarás”. La solución llega si la buscas.
¡GRITALO – NO TE CALLES!
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